—¿Sólo exitoso dos de cada diez veces? ¿Una tasa de éxito de sólo el veinte por ciento?
Ethan Smith miró al hombre con bigote sorprendido y dijo:
—¿Se puede llamar maestro a una tasa de éxito del veinte por ciento? ¿Realmente vale la pena presumir de eso?
El hombre con bigote echó un vistazo a Ethan y se burló:
—¿Crees que deducir los secretos celestiales es una tarea fácil? Incluso los mejores maestros no tienen una tasa de éxito mayor al cincuenta por ciento.
—Además, hay muy pocos maestros que puedan deducir los secretos celestiales, y muchos tesoros fueron descubiertos gracias a sus predicciones.
Ethan comprendió la verdad.
Significaba que muchos tesoros salieron a la luz gracias a las predicciones hechas por maestros deduciendo que lograron prever su aparición con antelación.
—¿Alguien alguna vez ha logrado aumentar su habilidad para deducir los secretos celestiales al cien por ciento? —preguntó Ethan, confundido.
