Los hermanos Freeman estaban bastante complacidos, como si todos estuvieran celebrando por ellos.
El tiempo pasaba rápidamente, y el sol se ponía gradualmente.
Mientras tanto, los maestros de las sectas y ciudades-estado se habían reunido, comenzando a discutir asuntos importantes.
—¿Podemos irnos ahora? —preguntó Ethan Smith.
—Vamos, no tiene mucho sentido quedarse más tiempo —sugirió Alfred Freeman, encogiéndose de hombros.
Así que, después de despedirse de Randall Freeman, Ethan se dio la vuelta y dejó la escena.
Todo el camino, Clay Freeman parecía muy emocionado, anhelando el día siguiente.
—¿Qué atuendo debería usar mañana? ¿El de satén o la bata hecha de seda de Hielo Oscuro? —preguntó Clay, visiblemente emocionado.
—No importa lo que uses, el factor principal es que eres guapo —bromeó Ethan.
Clay respondió con orgullo, —¡Por supuesto! Pero... aún quiero arreglarme.
Ethan suspiró internamente.
