—En el momento en que la esencia de sangre entró en el ojo divino desolado, ¡emitió instantáneamente una luz deslumbrante!
—¡Esta luz era casi incandescente y luego estalló hacia la frente de Ethan Smith!
—¡Woosh!
—La luz penetró la frente de Ethan, entrando directamente en su mente.
—Por un instante, la mente de Ethan pareció explotar, y su cerebro dolió como si se estuviera desgarrando. ¡El dolor severo volvió sus ojos inyectados en sangre, como si sus globos oculares estuvieran a punto de reventar!
—Ah... Ethan dejó escapar un quejido doloroso de su boca. ¡Se arrodilló, con la cabeza dando vueltas!
—¡Este dolor alcanzó su sentido divino, incluso su espíritu primordial palpitó en este momento!
—Al ver esto, el Diácono Pérez, que estaba a su lado, también se sobresaltó —se retiró un par de pasos con cautela, observando intensamente a Ethan acurrucado en el suelo.
—El espíritu de Ethan casi se marchitó bajo este dolor que no sabía cuánto duraría.