Había matado a tantos expertos en artes marciales en Huaxia, pero nunca había encontrado a un ser tan aterrador. ¿Estaba este chico calificado para estar entre los primeros de las clasificaciones de gran maestro de Huaxia?
Sin embargo, no tenía tiempo para pensarlo, ya que Ye Chen le había lanzado un puñetazo. Era simple y directo, pero...
¡Bang!
¡Todos vieron cómo los brazos del experto se doblaban y luego se quebraban antes de que el puño golpeara su pecho y lo enviara volando!
Con un fuerte golpe, el cuerpo cayó a los pies de Zhan Tao. Ambos brazos del hombre estaban rotos y cubiertos de sangre, y ya estaba muerto.
En ese momento, toda la sala quedó en silencio mientras la fría intención de matar de Ye Chen se extendía sobre todos.
Sus ojos estaban fijos en Ye Chen. Sus miradas estaban llenas de miedo, terror e incredulidad.