Sabrina escuchó el teléfono sonar mientras estaba preparando la cena con Robin. Cuando contestó el teléfono, escuchó un grito proveniente de la sala de estar y dijo a Matilda después de verificar el identificador de llamadas —Tilda, creo que Laura está en la sala de partos. Te devuelvo la llamada.
—Nos vemos en el hospital —dijo Matilda y terminó la llamada. Robin ya se había precipitado a la sala de estar y Sabrina lo siguió.
En efecto, el trabajo de parto de Laura había comenzado y su agua ya se había roto. Robin estaba a punto de llevarla al coche cuando llegó Jacob.
—Acababa de ducharse y estaba a punto de unirse a ellos para cenar —le dijo Robin a Jacob—. Tu esposa está de parto. Este estaba confundido y preguntó a Robin —¿Qué debo hacer?
—Al hospital, maldita sea —Robin estaba molesto y gritó—. Jacob estaba muy perdido en esta parte del proceso, nunca había visto a Laura con tanto dolor, le dolía el corazón por ella.