—Sr. Jewel, ¿a qué se refiere con la urgencia de la que habla? —preguntó Pete por el teléfono.
Había llamado en cuanto recibió el mensaje de Robin.
Este último ya había dejado a Sabrina en la oficina. —dio una advertencia severa a Laura e incrementó la seguridad alrededor de ella.
—Pedro, Mara sobornó a los guardaespaldas y escapó —dijo directamente Robin. —Peter se sorprendió y habló desde el otro extremo de la línea:
—Me sorprende. Esos hombres no parecían ser comprables.
—Bueno, no se puede leer la constitución de la mente en la cara —dijo Robin pensativo—, mientras pensaba en formas de acabar con estas personas malvadas, esta vez por sí mismo.
Después de un breve silencio, Peter comenzó a informar:
—Si Mara escapó por cualquier motivo, entonces no tienes que buscarla en la misma forma.
Robin frunció imperceptiblemente el ceño, confundido. —No entiendo.