Las tres mujeres sospechaban al escuchar una voz masculina proveniente de la cocina de Devin, sabiendo que el mejor amigo de Devin estaba huyendo.
Devin estaba nervioso, sin querer arruinar la sorpresa de Robin para Sabrina.
—No es nadie, solo yo.
Matilda sospechaba porque cuando habló con Devin por teléfono, lo escuchó hablar con alguien y pensó que su mente le estaba jugando una mala pasada.
Fue la razón por la que vino sin avisarle con la excusa de que quería recoger su ropa de trabajo para mañana, llevando a Sabrina y Lizzy con ella porque estaban aburridas.
Rápidamente corrió a la cocina y al ver a Robin, se quedó helada, mientras él le presionaba el dedo en los labios.
Matilda supuso que Robin estaba aprendiendo a cocinar para impresionar a Sabrina como Daniel hizo por Lizzy, pero le preocupaba el cambio de color en su mano, que debía ser de una quemadura que sufrió, por lo cual gritó.