—Volveré, así que siéntate —dijo Robin sin emociones, mientras se sentaba en el sofá.
Zayla se sentó en el opuesto y lo miró expectante, ya que él dijo que tenía una sorpresa para ella.
Él tenía en sus manos un paquete pequeño y ella se preguntaba qué había ahí.
Todo lo que ella quería era que él le propusiera matrimonio. Robin comenzó a explicar, para hacerlo real, ya que Kennedy sabía sobre la historia de los diamantes.
—La última vez que mencionaste la villa, decidí ir a buscar los diamantes que mencionaste
Zayla se quedó helada. Cuando Robin no reaccionó, pensó que no lo tomó en serio, especialmente cuando hizo parecer que hablaba bajo presión.
Robin vio cómo se puso pálida pero fingió que no lo había visto.
—¿Los encontraste? —Ella encontró el valor para preguntar, con la esperanza de que él dijera que no. Entonces ella podría confirmar que no lo decía en serio cuando lo mencionó.