El trayecto al hotel donde se llevaba a cabo la reunión fue en un incómodo silencio.
Robin decidió simplemente revisar la CCTV en su oficina cuando regrese, ya que Sabrina no le diría lo que estaba discutiendo con Martín.
No podía evitar sentir que Martín estaba tramando algo. Si tenía una hermana como Mara y podía ocultarla perfectamente de los ojos del público, entonces también era peligroso.
—Espero que no vengas conmigo —dijo Sabrina cuando estacionó el coche.
Robin sonrió amargamente. Era comprensible que no quisiera que él estuviera cerca de ella, pero aún así era doloroso, especialmente al darse cuenta de que todo era su culpa, debido a su desesperación por tener un hijo.
Se preguntó cómo Zayla lo supo y lo usó en su contra, pero pronto lo descubriría.
—Siento decepcionarte, pero tengo todo el derecho de estar ahí —dijo Robin cortésmente—. Sabrina todavía estaba incómoda y dijo:
—Pero puedes decidir no venir.