"Robin estaba hirviendo de tanta ira, parecía que iba a cocinarlo vivo. Había sido despreciado, manipulado y engañado, y jugueteado por el padre y la hija.
Supuso que Zayla debió haber planeado esto durante años y que su reencuentro no fue un accidente ni una coincidencia como pareció.
Robin había deseado que la prueba fuera positiva porque realmente quería tener muchos hijos para construir el tipo de familia que duraría por siglos. Esa obsesión lo llevó a aceptar el divorcio porque quería al hijo que Zayla afirmaba que le daría.
Ah, Robin, se sentía tan tonto por las decisiones que tomó en relación con Zayla. Pensando que era el más sabio, acaba de darse cuenta de que alguien era más inteligente y trabajaba por delante de él.
Sonrió amargamente pero no pudo derramar una lágrima por su estupidez. Sus lágrimas sólo caerían cada vez que pensaba en lo que le había hecho a Sabrina.