Daniel pudo notar que había más en la petición de Robin y fue a hacer lo que le dijeron, diciendo:
—Lo intentaré Robin, pero tienes que pagarme el doble.
Robin sonrió y volvió a su asiento, bebiendo su vino lentamente. Este no era un buen momento para emborracharse y no iba a correr el riesgo. Zayla se excusó para ir al baño de damas y Robin solo murmuró. No había tocado ninguna comida y seguía lanzando miradas furtivas a Sabrina donde estaba sentada.
Zayla lo vio todo pero, por mucho que se le cruzaran ideas en la cabeza de cómo avergonzar a Sabrina, tenía miedo de Devin, que compartía mesa con Sabrina, Martín y Lizzy, aunque decían que habían roto. Ella fue al baño de mujeres, sola.
Varios platos fueron enviados a la mesa de Sabrina. Ella parecía emocionada hasta que llegaron varios tipos de mariscos.