Talia
Cuando dejé a mi papá en la clínica, sabía que tenía demasiadas cosas en mi mente como para dormir. Sabía que necesitaba procesarlo todo o no podría seguir adelante. Él casi había muerto. Lex casi había muerto. Y yo había hecho cosas que nunca pensé que fueran posibles antes.
Todas esas cosas me habían golpeado de golpe, lo bueno y lo malo. Y francamente, me habían dejado sintiéndome más que un poco abrumada y confundida. Quería pensar. Quería procesar mis pensamientos y emociones. Y quería hablar con alguien que pudiera ayudarme con todo ello.
¿Pero con quién? ¿Con quién podría hablar? ¿Quién entendería lo que estaba sintiendo? ¿Quién me ayudaría a resolver todo esto?