—¿Por qué no nos-.—empezó ella, pero la interrumpí antes de que pudiera alzar demasiado la voz o adentrarse en esa pregunta.
—Creo que hay mucho de lo que todos necesitamos hablar.—Me levanté de mi asiento y fui a pararme junto a Talia. Necesitaba calmarse y, con suerte, tener un aliado cerca le ayudaría.—Hay mucho que nosotros, los sobrenaturales, no sabemos sobre estas personas. Y eso nos deja algo tensos y perdidos. Sin embargo, estoy segura de que hay mucho que ustedes tres tampoco saben. Y también necesitamos poneros al corriente sobre eso.