—Cuando terminé de hablar con Reagan, lo besé en la mejilla, apreté mi cara contra su pelo y lo abracé lo mejor que pude. "Voy a terminar todo mi trabajo para poder volver y proteger más a Mamá. Necesito asegurarme de que ningún monstruo te atrape nunca más—me devolvió el beso y salió corriendo de la habitación gritando:
— "¡RIKA! ¡ES TU TURNO CON MAMÁ!"
No tomó mucho para que Rika respondiera a las palabras de su hermano. Creo que estaba esperando su turno al principio de las escaleras. Así de rápido entró a la habitación después de que se fue Reagan.
—¡MAMÁ! —corrió y saltó a la cama igual que Reagan—. Eran sus propias personas independientes pero, en tantas maneras, los dos eran muy semejantes. Me gustaba verlos expresar su individualidad, pero también me gustaba verlos actuar de forma similar. Era adorable ver eso.
—Hola, cariño. Te extrañé —ya me estaba abrazando y puse mis brazos alrededor de ella como había hecho con Reagan.