```
—¡Trinidad! —me llamó Carter. Como no había estado en la habitación para verme ayer, corrió hacia mí y me abrazó tal como lo había hecho Junípero—. En serio, Trinidad. Estaba muy preocupado por ti. ¿Cómo estás? ¿Estás bien? ¿Los bebés están bien? ¿Te vas a quedar aquí de ahora en adelante? No te vas a ir de nuevo, ¿verdad? Por favor, dime que no te vas a ir de nuevo.
Carter siempre había sido el más cercano a mí mientras crecía. Siempre había sido como mi mejor amigo y también mi primo convertido en hermano. Cuando era pequeña, él parecía ser la única persona con la que podía hablar a veces. Me alegraba que estuviera conmigo entonces. Y me alegraba que estuviera aquí conmigo ahora.