—Trinidad
Reece le dio a su madre un puñado de regalos, menos de los que ella nos había dado, pero aún así no eran pocos. Solo había conseguido tres cosas para Lila, pero no sabía qué querría. Ahora me sentía avergonzada. Ella procedió a abrir los regalos, primero los de Reece y luego los míos. Le había conseguido un hermoso medallón que era un círculo perfecto, parecía una luna llena, y en la parte de atrás había una huella de lobo con las palabras "Gracias, Lila. Con amor, Trinidad" grabadas en la parte de atrás. También le había conseguido un libro, uno que pensé que debería estar en la biblioteca pero estaba desaparecido. Y el último regalo, fue un collage de fotos restauradas que encontré en almacenamiento después de hablar con ella ese día. Las mandé a restaurar para que volvieran a su belleza original y las organicé en un collage. Las imágenes eran de ella, Reece y el Alfa anterior en varias etapas.