«Raw, necesito que te encargues de esto lo antes posible» —Mi jefe, la Directora Harris, lanzó un archivo en mi escritorio antes de desplomarse en la silla frente a mí.
—¿Qué es esto? —pregunté mientras agarraba la carpeta de manila.
—Secuestro en serie en Colorado Springs. Han desaparecido ocho niños en el transcurso de dos semanas. —Podía ver cómo se le antojaba agarrar el paquete de cigarrillos de su bolsillo, pero no estaba permitido fumar dentro, así que tenía que aguantarse.
—¿Ocho? —Sentí la sorpresa cuando escuché lo que había dicho.
—Sí, y no hay ni mierda de pruebas. La mitad de los niños incluso desaparecieron de sus casas y nada. —Había tensión en su voz y en cómo tenía sus hombros.
—¿Alguna sospecha de los padres? —Ese es siempre el primer lugar para buscar en un caso como este, pero el hecho de que hubiera tantos lo hacía un poco menos probable.
