—Dietrich —Shawn y yo pasamos un mes en nuestra nueva casa antes de partir a Alemania. Quería que nos fuéramos antes de que cualquiera de nosotros empezara a mostrar síntomas. Aún estaba bastante angustiado por la idea de que la gente nos viera mientras estuviéramos embarazados, pero no creo que fuera un problema tan grande.
Me refiero, ¿a quién le importa si la gente sabía que habíamos llevado a nuestros propios hijos? Había magia en juego aquí, magia que estaba haciendo realidad nuestro sueño de una familia. Y nos habíamos quedado embarazados el mismo día, a solo horas el uno del otro. Esto era espléndido de verdad.