—Shawn —Dietrich casi me da un ataque al corazón esta mañana cuando gritó. Pero luego se puso aún peor. Había dicho que estaba embarazado, lo cual era imposible. ¿No es cierto?
No había ninguna posibilidad de que estuviera embarazado. Eso era sólo algo que las mujeres podían hacer y definitivamente yo no era una mujer. No pasó mucho tiempo después de que nos despertamos que llegaron los demás. Trinidad, Reece y Gabriel entraron justo antes del mediodía. Estaba muy contento de que Shane no estuviese con ellos. Definitivamente no necesitaba lidiar con sus bromas en este momento.
Estaba sentado al borde del sofá, acurrucado en mí mismo, tratando de evitar que me diera un ataque de pánico mientras los demás se sentaban en el sofá frente a mí.
—Entonces, Dietrich, ¿qué pasa? ¿Sucedió algo? —Reece preguntó con curiosidad en su voz. Trinidad debe haber visto la expresión en mi rostro, porque me habló a mí en su lugar.
—Shawn, ¿qué pasa? ¿Estás bien?