—Dietrich
Había llegado agosto. El séptimo para ser exactos. Este día, este sábado, iba a casarme con mi amor. —Lo hicimos de la manera más correcta posible. Dormí en la casa de Trinidad y Reece mientras Shawn dormía en su casa. No tuvimos despedidas de soltero, porque ninguno de nosotros quería una, pero aún así no nos vimos hasta que fue el momento de dirigirnos a las montañas.
—Reese estuvo ahí para mí, como mi mejor hombre ya que era lo más cercano que tenía a una familia aquí, o en cualquier lugar realmente. Shane iba a ser el padrino de Shawn. Él había estado ahí para su hermano desde el vientre y ni Shane ni Shawn lo habrían querido de ninguna otra manera.
—Reece tenía su esmoquin Brioni que había llevado en su propia boda por lo que no necesité comprar uno para él. Sin embargo, compré nuevos esmoquins para Shawn, Shane, su padre Franklin Asher, Gabriel y, por supuesto, para mí. Pagué por vestidos nuevos y hermosamente diseñados para Trinidad, Paulina Asher y Falena.