—En las últimas semanas, habían estado llegando informes de partidarios y manifestantes desde todas partes del país. Demonios, desde todo el mundo. En Japón, donde se descubrió que un hombre lobo se casó en la familia real, había gente esperando fuera de sus puertas —tenían más partidarios que alborotadores y manifestantes, aunque probablemente debido a que era la familia real y no había nada que se pudiera hacer al respecto. Aunque los reales no administraban realmente el país y eran más una figura decorativa, no era como si pudieran ser despedidos de ser la familia real.