—Reece
Empecé a detallar todo lo que había visto cuando usé mi marca de compañero las dos veces y en mi sueño. Les dije que sé que las imágenes eran reales y que lo que estaba viendo estaba sucediendo en realidad. La primera vez que la vi, no había resultado muy lastimada aún, solo tenía un leve moretón y un labio partido. La segunda vez, su cara estaba ensangrentada, su cuello y muñeca estaban rozados y sangrantes. La tercera vez, acababan de azotarla, la vi caer al suelo y perder el conocimiento, sollozando de dolor. Me sentí furioso, indignado y con el corazón roto cuando vi lo que le habían hecho. Sentí una furia asesina hirviendo dentro de mí mientras volvía a contar la historia. A juzgar por las expresiones de sus caras, Noé y Riley sentían lo mismo.
—¿Los que le hacen esto son Brujos o lobos? —preguntó Riley.
—No lo sé, no pude ver a nadie más que a ella en las visiones, y no pude oler nada, así que eso tampoco ayudó.
—No importa, los mataré de todos modos —gruñó Noé.