—No olvides lo que les pasó a Venna, tus hermanos gemelos, Leane y todas las personas que se sacrificaron por ti —Aria le recordaba una y otra vez la desaparición de las personas que Cane amaba y cómo todo fue por culpa del padre de Iris.
Aria lo abrazó aún más fuerte esta vez y no quería soltarlo ni siquiera cuando el cuerpo de Cane se tensó, ya que odiaba que lo tocaran. Todos los toques que había conocido en estos últimos diez años le repugnaban enormemente.
—No te olvides de lo que tuve que pasar por ti y lo que Ethan y Jace tuvieron que soportar para mantenerte a salvo, lo que Gerald nos hizo —Aria levantó la cabeza y luego miró a Cane con los ojos llenos de lágrimas—. Después de lo que su padre hizo, ¿cómo puedes tratarla tan bien?
La expresión de Cane permaneció igual mientras escuchaba lo que ella decía, pero le acarició la espalda cuando ella comenzó a llorar para darle consuelo.