Una vez que Ves y Gloriana llegaron a la Guardería de Mechs, se detuvieron en la enfermería para ver cómo estaba William.
El Hombre del clan Urbesh aún no había despertado, pero había algunos signos alentadores. Su actividad cerebral comenzó a normalizarse. Los doctores pronosticaban que despertaría dentro de dos o tres días.
Si William aún no había despertado para entonces, necesitaría ser trasladado a un hospital mejor equipado en Bentheim.
Ves prefería que no tuvieran que recurrir a este engorroso traslado. No solo tomaría tiempo llevar a William de regreso a Cortina Nublada, sino que también había una posibilidad de que William encontrara alguna forma de escapar de sus garras.
¡Ningún sujeto de prueba podía huir de Ves antes de que terminara sus experimentos!
—Creo que William estará bien —comentó Gloriana y señaló a algunos de los médicos con uniformes diferentes—. He asignado a algunos de mis hombres para facilitar su cuidado.
