El tiempo continuaba pasando hasta que la jornada laboral estaba casi terminada. Ves dejó su oficina y descendió al laboratorio subterráneo.
Se acercó a Gloriana e intercambiaron un beso.
—¿Ya terminaste con William?
Ella asintió. —He recopilado suficiente cantidad de datos. Puedes llevártelo y hacer lo que quieras con él. Solo tengo una petición.
—¿Y cuál es?
—¿Puedo acompañarte? Según lo que he estudiado, sus miedos están profundamente arraigados en su mente. Los Guardianes del Borde no han podido remediar este problema, así que tengo mucha curiosidad por ver cómo planeas tratar la condición de William.
—¿No recuerdas mi especialidad? —Ves se volteó hacia Gloriana y se tocó la cabeza—. Aunque principalmente trabajo con mechas, también he trabajado en personas. Es solo…
—¿Cuál es el problema, Ves?