—¿Sabes qué esconde este laboratorio? —susurró Ves a Calabast con la voz temblorosa.
—No, y no actúes como si hubiera monstruos escondidos en las sombras. ¡Esto es un laboratorio de investigación, no una casa embrujada y espeluznante!
Ellos aumentaron la luz que irradiaban de sus trajes para estar seguros. La luminosidad incrementada calmó sus nervios un poco.
A medida que lentamente se abrían paso por la enorme cámara con sus armas preparadas, ningún monstruo, guardia o bots saltaron para interceptar su avance. En todos los sentidos, el laboratorio parecía completamente abandonado.
La única otra parte inquietante del laboratorio era que una estructura colosal en forma de pilar se erigía al final de su camino. El pilar tenía el tamaño de una mecha ligera, y parecía bastante estrecho en la cubierta pero se ensanchaba hacia el techo.