"El hecho de que las Doncellas de la Espada Flagrantes entraran en la profunda frontera resonó entre la tropa —. Los Vandals podrían ser mucho menos conocedores de la frontera que las Doncellas, pero una vez que escucharon las historias, comenzaron a desarrollar pesadillas sobre tormentas de arena enteras arrasando su flota.
Invadir el espacio de los hombres de arena era tan peligroso como su avance a través del espacio vesiano. El peligro acechaba en cada sistema estelar, y la principal forma de protección en la que confiaban consistía en una bendición religiosa indescifrable de un grupo de chiflados que adoraban a una entidad alienígena llamada Haatumak.
