"La ética jugaba un papel significativo en las normas y regulaciones establecidas por la Asociación de Comercio de Mec. Nacida de las cenizas de la Edad de la Conquista, la MTA, junto con la CFA, intentó imponer orden en las escasas reglas contra el genocidio, la experimentación humana imprudente y otros crímenes contra la humanidad.
Desde cero, la MTA imaginó mechas como una arma de guerra más contenida que servía a los intereses de las personas en lugar de lo contrario. Las mechas debían ser proporcionales, selectivas y, sobre todo, evitar cualquier daño posible a sus propios portadores. La clase emergente de los potentados disfrutaba de un estatus elevado en la sociedad. Como pilotos de mechas actuales y potenciales, cada uno de ellos era valioso y merecía ser tratado con reverencia.