"Ves tenía la tendencia de ser dominado por la obsesión cada vez que se concentraba en un proyecto importante. Esto se manifestaba principalmente cuando comenzaba a diseñar un diseño de mecha virtual o física. Ignoraba cualquier otro asunto a favor de resolver las piezas del rompecabezas que se le ponían delante. Amaba estos momentos, porque sentía como si estuviera cumpliendo su vocación.
Ahora mismo, su última obsesión se centraba en la tecnología de sigilo. Sus miedos sobre su uso por parte de sus enemigos y el pensamiento de dominar esta tecnología para sus propios fines lo impulsaban en un camino sin retorno. Podría detener su progreso, dejarlo de lado por un tiempo, pero nunca estaría realmente satisfecho hasta que alcanzara el final prometido.
Cuando Ves volvió a entrar en su oficina, se sentó detrás de su escritorio y desbloqueó el cajón superior. Dentro descansaban dos artilugios del tamaño de una mano. Ves los cogió y los colocó encima de su escritorio.