"Cada sistema estelar importante que se desarrollaba en un nexo de comercio, servicios y turismo trataba con miles de naves estelares al día. Desde pequeños yates de placer hasta masivos portadores de flotas, la cantidad y variedad de naves que ingresaban al Sistema Harkensen superaban con creces a las flotas patrulleras de los Honorados.
Una parte significativa de los visitantes que llegaban a este sistema estelar consistía en grupos que buscaban reabastecer sus naves y mechas mientras enviaban a su tripulación de permiso en tierra. Por lo general, los inspectores Reinaldanes no se molestaban mucho en revisar las naves de los grupos. Principalmente escaneaban en busca de armas peligrosas. Todo lo demás era de libre disposición.
¿Cómo si no, los mercados negro y gris de Harkensen conseguirían su mercancía ilícita? —se preguntó en voz baja—. Si los inspectores hicieran demasiado bien su trabajo, toda la emoción en los mercados subterráneos desaparecería.