"Muchas personas llegaron a Harkensen III en los últimos días. Toda la emoción en torno al duelo de honor entre el Capitán Orfan y la Serpiente Avid atrajo a muchos fanáticos de las mechas.
La arena subterránea hizo una matanza vendiendo entradas a precios inflados. La demanda por un asiento era tan grande que la arena decidió agregar gradas flotantes a la arena para meter a tantas personas en su sede como fuera posible. ¡Pretendían aprovechar al máximo el espacio abierto sobre la arena!
Parte de la razón por la que las entradas se volvieron populares fue que las arenas subterráneas prohibieron cualquier tipo de transmisión y grabación. Aunque a las autoridades no les importaba cerrarlas, el mundo subterráneo todavía necesitaba mantenerse fuera de la vista del público. La arena subterránea utilizó mucha tecnología de interferencia y de bloqueo para mantener esta costumbre.