"Ves ignoró las mechas sin certificar y el armamento mortal que los dueños de los puestos intentaban vender a los turistas y se acercó a uno de los puestos que vendía botín fronterizo.
El puesto frente a él no vendía nada más que trozos de mineral. Ninguno de ellos brillaba a la luz, pero algunos poseían un encanto sutil que de alguna manera atrajo su atención.
—Bienvenido, querido cliente —El viejo que atendía el puesto saludó—. ¿Estás interesado en mis mercancías? Son auténticos tesoros de la frontera. Ya sean dibujados por manos alienígenas o por las fuerzas naturales de la galaxia, estoy seguro de que puedes encontrar lo que buscas aquí. ¡Mira esta piedra arcelyx blanca, por ejemplo!