Al final de la reunión en la que Verle impuso un nuevo trabajo a Ves, Iris le dio palmaditas en la espalda con su delgada mano y sonrió.
—Estoy segura de que eres capaz, Ves —la rubia lo animó—. No hay nadie en el equipo de diseño tan capaz como tú, ya sea en talento para el diseño o habilidad de liderazgo.
—¿Cómo lo sabes? —preguntó él, sintiéndose un poco sospechoso por alguna razón.
—He visto cómo trabajas. Cuando estás con los equipos de diseño, el trabajo que haces está cabeza y hombros por encima de los otros Aprendices. Cuando estás trabajando con los técnicos de mechas, tienes este aire a tu alrededor que los obliga a escucharte. Estos casos solos prueban el punto del Mayor Verle. No hay nadie mejor en la fuerza de trabajo que pueda jugar el papel que un diseñador jefe necesita desempeñar.