Antes de que Ves pudiera terminar el diseño de su reimagination del rifle graser, el Barracuda llegó a su asteroide. El Capitán Silvestra llegó según lo programado, pero esta vez trajo un mensaje desconcertante para Ves.
—¿Sucedió algo aquí? —preguntó tan pronto como estableció un canal de comunicación con Ves.
Ves sabía que el proceso inicial de teleportación había sido demasiado llamativo para ocultarlo. —Ha ocurrido un accidente con unas reliquias alienígenas que se encontraban aquí.
—Ya veo —Silvestra sonaba como si quisiera saber más, pero su empleador había estado actuando en secreto todo este tiempo. Se abstuvo de interrogarlo más—. Hay un problema. Lo que sea que haya pasado aquí ha hecho que nuestros sensores se disparen, y si nosotros podemos detectarlo, también puede hacerlo el equipo de monitoreo esparcido por todo este sistema estelar.
—¿Ha llegado alguien todavía?