En una batalla entre fuerzas compuestas por más de una división, el valor de un solo mecha se había reducido a casi nada.
Los mechas continuaban cayendo y las naves sufrían cada vez más daños. La voluntad de seguir luchando e infligir más bajas a los oponentes continuaba ardiendo sin disminuir.
Desde el explosivo comienzo inicial, la batalla se había convertido en una lucha de desgaste de menor intensidad. Las dos flotas aumentaron la distancia entre sí y comenzaron a rotar sus mechas gastados dentro y fuera de sus transportadores para reabastecerse o realizar algunas reparaciones de emergencia.
Aunque el Cuerpo de Mechs y la Mech Legión exigieron al máximo sus mechas y pilotos de mechs, solo se tenían el uno al otro en la mira. No importaba cuánto sufrieran, siempre y cuando sus enemigos sufrieran con ellos, su disposición para volver al espacio permanecía constante.
La impactante batalla tuvo un profundo efecto en Ves, especialmente cuando Dietrich regresó con heridas.