La partida del Doctor Jutland y su gigantesco mec Kaius dio al pelotón de caza un muy necesario respiro. Los técnicos de mechas y los suministros continuaron bajando del transporte a un ritmo constante. Un equipo de mantenimiento repuso algunas de las células de energía agotadas de las mechas golpeadas. También reabastecieron a los Empíreos con munición para sus cañones de rieles.
En cuanto a los Ajax Olímpicos, ambos sufrieron gravemente en el último enfrentamiento. Un caballero pesado yacía en el suelo con una pierna destrozada, mientras que el otro se mantenía impotentemente con un exterior chamuscado. Ambas mechas requirieron una revisión extensa, algo que Ves no podía hacer en medio de una jungla alienígena.
Para llevar las mechas dañadas de vuelta a casa, Ves priorizó la restauración de cierta movilidad a la mecha con la pierna lisiada. La extremidad sufrió daños graves, pero las lecturas que arrojó el módulo del escáner mostraron que había una salida a este lío.