Ves despertó en su camarote a bordo del Buscador Estelar. Estiró sus brazos e intentó levantarse de su cama, solo para encontrar que su pierna estaba sujeta por un grillete de seis lados.
—¡Afortunado!
—¿Miau?
Afortunado dejó de comerse su desordenado cabello negro y saltó de su cabeza para masticar el grillete metálico. Su material era tan duro como la aleación Breyer, pero que justo servía de desayuno para su gato.
Una vez que su mascota liberó su pierna, Ves bostezó y entró al baño. Tomó una ducha rápida asegurándose de dejar puesta su ropa interior Synthra Umbra. Se aseguró de saludar con la mano a los ojos parpadeantes que formaban los mamparos, la cubierta y el techo.
¡Ciertamente, pisar todos esos ojos era una experiencia extremadamente desagradable, y Ves se apresuró a vestirse lo más rápido posible!
