Después de oír cuánta ventaja había ganado el Protectorado de Ylvaine después de que lograron dominar el uso de sus Libertadores, Ves se sintió un poco orgulloso.
Incluso consideró si debería hacer uso de su influencia en el estado para dictar sus decisiones.
—¡Si Ves no fuera tan racional, entonces habría seguido sus impulsos de enojo y le habría dicho a los Ylvainans que sangraran a su antiguo estado hasta dejarlo seco! —Una parte más oscura de él incluso quería ir un paso más allá y retener toda la asistencia por completo.
Sin embargo, Ves descartó rápidamente estas decisiones impulsivas.
Desde un punto de vista lógico, la caída de la República Brillante expondría los flancos del Protectorado de Ylvaine y el Reino de Vesia contra los hombres de arena.
—¡No había forma de que los Ylvainans y los Vesians pudieran estirar aún más sus fuerzas de defensa ya sobrecargadas!
