A pesar de su falta de confianza, los cinco diseñadores de mechas Tovar lograron hacer un buen trabajo al fabricar el prototipo.
El mecha Deliverer que lograron producir parecía tan ornamentado y sagrado como Ves había previsto. Su fundación espiritual exudaba un sentido de certeza y santidad. Ya había invertido el fragmento espiritual de Ylvaine como su espíritu de diseño.
Ves se sintió intrigado por la reacción de los demás hacia el prototipo.
Los Tovar, que habían fabricado cuidadosamente el mecha durante tres días, tenían sentimientos encontrados sobre el mecha.
Por un lado, estaban orgullosos de su artesanía y contentos con lo bien que resultó el prototipo. El mecha poseía solo una pequeña cantidad de defectos que lograron corregir después.
Miles Tovar había sido el mayor contribuyente. Como un diseñador de mechas independiente anterior y uno que poseía mucha experiencia práctica, tomó de inmediato el mando y ordenó a sus primos.
