La Alianza de la Flota Común surgió en el crepúsculo de la Edad de la Conquista.
Los eventos que rodearon su formación inicial no estaban del todo claros. En una época donde las flotas de guerra reinaban supremas por virtud de su potencial destructivo, apenas algún almirante se contenía.
La temeraria modificación genética y el aumento humano convirtieron a muchos humanos ambiciosos en monstruos codiciosos.
Cuanto más altos sus cargos, peores se volvían estos rasgos negativos.
Aquellos que deseaban ascender necesitaban volverse más capaces que sus pares, y la forma más fácil de distinguirse era mejorar sus habilidades.
En tal época donde el egoísmo se volvía ubicuo, nadie podría haber imaginado que un número de almirantes regresaría a la cordura.
No solo los almirantes y sus seguidores más cercanos detuvieron su descenso a la degeneración, también lograron ponerse en contacto entre sí.