Mientras la Guerra de la Arena se intensificaba a lo largo de la tercera línea de defensa, no todos se preocupaban por el sufrimiento que tenía lugar.
Para algunas personas, los últimos acontecimientos abrían muchas oportunidades normalmente inaccesibles para ellos. En particular, los piratas sin ley y los exiliados de la frontera encontraron increíblemente fácil infiltrarse en el espacio civilizado en medio del caos.
Ya, muchos hijos e hijas de la frontera lograron mezclarse con las olas de refugiados.
Aunque era fácil para los piratas ser confundidos con refugiados, no era tan fácil asumir una nueva identidad, especialmente una que fuera más notable que la norma.
Un especialista en falsificación de identidades tenía que intervenir para formar una falsa identidad con la menor cantidad de lagunas posible.
Calabash resultó ser alguien que poseía la habilidad, el conocimiento y las conexiones necesarias para forjar una identidad razonablemente a prueba de engaños.
