Las batallas que se libraban en los sistemas estelares más grandes y prósperos cobraban un costo en la República Brillante.
El Cuerpo de Mechs solo conseguía controlar su tasa de bajas gracias a la protección del Cuerpo de Cazas Estelares.
Cientos, si no miles, de pilotos de cazas estelares morían en una batalla contra grandes y anormales flotas de hombres de arena.
No había tiempo para lamentar a los muertos. ¡Cada esfuerzo debía ponerse en reforzar el frente, recuperar los restos flotantes del sitio de la batalla y prepararse para el próximo combate que podría llegar en menos de la mitad de un día!
La alta frecuencia de incursiones de los hombres de arena obligó a las fuerzas defensoras a implementar una rotación.
Por ejemplo, la ardua batalla que la 1ra División Havensworth acababa de ganar contra los tres monolitos de hombre de arena agotó severamente la fuerza de sus unidades acompañantes y regimientos de cazas estelares.
