—No —sacudió la cabeza Ves.
—¿Por qué no? —Gloriana lo miró fijamente—. Nuestro primer intento apenas fue un ejemplo estelar de trabajo en equipo perfecto. ¡Te equivocaste tanto al principio que no trabajaste en tu mejor forma durante la primera prueba!
—Sabes que la primera copia de un nuevo diseño siempre es la más significativa, ¿verdad? Un segundo intento tendrá menos significado. Será difícil para mí producir algo que supere nuestra primera copia.
Ambos, Gloriana y Ves, parecían un poco arrepentidos.
Lo que dijo era cierto. Los productos de obra maestra eran excepcionalmente difíciles de hacer y casi siempre surgían a través de circunstancias especiales.
El primer intento era un proceso de descubrimiento, cumplimiento y conclusión. El significado y las emociones que provocaba simplemente no podían replicarse una segunda vez.
Ves era lo suficientemente consciente para darse cuenta de que probablemente no sería capaz de entrar en un estado de inspiración.
