Ves ya había pasado varios días en la sucursal de los Pacificadores en Cinach XII. Aunque sus salones de comercio vendían una gran variedad de exóticos y otros botines, no había comprado nada aparte de bocadillos para Afortunado.
No consideraba que ninguno de los bienes que había visto hasta ahora fuese imprescindible.
Aunque algunos exóticos poseían propiedades interesantes, generalmente eran demasiado caros como para que le interesara.
Los mechas de segunda mano, naves y otros equipos en venta no estaban en buenas condiciones y su construcción era dudosa. Si Ves quería comprar equipo nuevo, ¡mejor que lo comprara en los mercados legítimos!
En medio de toda la chatarra, la roca amarilla cubierta de misteriosos puntos rojos resaltaba del montón debido a su intrigante reacción a la espiritualidad.