Ves sentía como si tuviera huevo en la cara. Al inicio del tercer día, fruncía el ceño constantemente mientras engullía su desayuno.
Mientras tanto, su gato era un rayo de sol. Sentado contento en la mesa junto a él, Afortunado felizmente masticaba su porción regular de minerales exóticos como si no tuviera ninguna preocupación en absoluto.
Los demás en la mesa habían estado intentando encontrar una forma de lidiar con el abrupto desarrollo de ayer.
—Hay cientos de gatos enormes en las zonas de caza —Gavin sugirió suavemente.
—Es cierto —Ves suspiró—. Sin embargo, encontrar lo que quiero no es tan fácil. Estaba bastante seguro de que el Gato Dragón posee lo que necesito. Tendré que realizar investigaciones adicionales sobre los otros gatos enormes para encontrar un reemplazo viable. Puede que tengamos que movernos a otra ciudad de caza en otra parte del Continente Asco para encontrar un gato enorme que sea tan prometedor como el Gato Dragón.
