—Ves se sentía confundido —Después de casi una semana recopilando información, comenzaba a agotar sus fuentes. Kemila no era tan grande y solo había un número limitado de pilotos de mechas y gatos salvajes a los que podía preguntar.
La mayoría ya habían dicho lo mismo por un tiempo, lo que reforzaba aún más su creencia de que en este punto estaba perdiendo el tiempo.
En verdad, reconocía que simplemente estaba posponiendo su decisión. Se sentía dividido entre fijar su atención en el más débil Gato Dragón o en el muy formidable Zeigra.
Ambos poseían sus propios puntos fuertes y peculiaridades, pero la dificultad para acercarse a ellos variaba enormemente.
—¡Cazar un Gato de la Corona no es nada fácil! —Se lamentó.
Si ponía su mirada en Zeigra y sus rumoreadas habilidades de asimilación y corrosión de metal, entonces Ves enfrentaría muchos obstáculos difíciles para cazar al peligroso gato.