Al final de su larga conversación, Ves expresó su cansancio. Justo cuando se despedía y cerraba el canal, ¡la proyección de Gloriana se inclinó hacia adelante hasta que su rostro quedó a milímetros del suyo!
¡Si no estuvieran hablando a distancia, ya la habría besado!
—Dime, Ves. ¿Te gusto? —preguntó ella.
—Sí —respondió Ves.
—¿Me amas? —volvió a preguntar ella.
—...Quizás. Conoces mi opinión sobre este asunto. Un par de encuentros no significa que seamos la persona adecuada el uno para el otro —respondió él.
Obviamente, Gloriana pensaba muy diferente sobre su compatibilidad. ¡Ves no necesitaba ser telépata para saber que ella ya había tomado una decisión respecto a su relación!
A pesar de su intento de poner distancia en su relación, ella no parecía desanimarse. ¡Estaba segura de que podría conquistar su corazón!
—Como pensaste en mí cuando ideaste este plan, ¿eso significa que ahora me consideras tu novia? —preguntó ella riendo entre dientes.
—Ehm... —titubeó él.