Mientras a Ves le molestaba enormemente su nueva tarea, los Guardianes del Borde no aceptaban un no por respuesta. El teniente Ferct no se preocupaba por sus objeciones y era ciego a su reticencia.
Su actitud reflejaba la postura típica de la MTA. ¡Los locales no solo deberían, sino que deseaban cumplir sus caprichos!
Ves se sentía enormemente molesto por esta actitud arrogante. Incluso si los Guardianes del Borde poseían la fuerza para respaldar su asertividad, podrían haber mostrado que en realidad les importaba.
Al final de los ensayos, al menos los Guardianes del Borde le dieron algo extra antes de echarlo del Pozo. El teniente Ferct le pasó un chip de datos antes de empujarlo a él, a Afortunado y a su compra previa a través de un portal.
—¡Un pequeño bono de bienvenida por pasar nuestros ensayos! Espero que te diviertas con él. Si quieres más, espero que trabajes para conseguirlo. ¡Ya estamos enviando al piloto de mechs en cuestión a tu nave anclada en órbita! —exclamó.