Ves rápidamente relegó el incidente con Taon Melin al fondo de su mente. Después de hacer algunos planes sobre la búsqueda de materiales que reaccionaran a la energía espiritual, volvió su atención a su trabajo.
Pasó algún tiempo hasta que el segundo prototipo completó su serie de pruebas. Esta vez, nadie se llevó el mecha. El mecha resistió la última prueba lo mejor que pudo antes de romperse durante la última y más ardua prueba de estrés.
El campo de pruebas desmontó inmediatamente el prototipo roto y lo pasó por algunas trituradoras para evitar que alguien pudiera reconstruir el mecha. Solo entonces lo enviaron a una instalación especializada de reciclaje para extraer sus valiosos materiales.
La confidencialidad era un requisito importante para cualquier campo de pruebas. Como el prototipo anterior se desvió, esta vez los Curins se aseguraron de manejar el mecha correctamente.
