Ves contempló seriamente regalarle a Ketis una mascota después de que terminaran el proyecto de diseño.
Su contribución hasta ahora era muy prometedora. Haber alistado a un diseñador de mechas que poseía un profundo entendimiento de la esgrima había sido extraordinariamente útil para definir las capacidades de combate cuerpo a cuerpo de su diseño del Mensajero Trascendente. Lo que Ketis carecía en acumen técnico, Ves podía compensarlo con creces.
Por lo tanto, recompensarla con una mascota transmitiría su apreciación por sus esfuerzos. Había invertido mucho en tomarla bajo su ala y elevarla a este nivel. Ahora que había alcanzado el punto de cosechar el fruto, necesitaba asegurarse de seguir regando el árbol para mantenerlo contento.
Agregar otra mascota a su compañía también le daría a Ves algo más con qué abrazar si por alguna razón enfadaba a Afortunado.
—Miau. —Afortunado restregó con cariño su mejilla contra Ketis mientras movía su cola con excitación.
